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Psicologia y Deporte - I -



Deporte de alto nivel y Niños/Adolescentes.--

Casi todos los chicos y chicas practican una forma u otra de deporte. La mayoría de los adolescentes se dedican a algún deporte como una actividad más en sus vidas. Y de la práctica de esa actividad reciben muchos beneficios. Pero hay unos pocos para los que el deporte es algo muy diferente: es el centro de sus vidas. Son los deportistas de élite, aquellos que participan en competiciones de alto nivel y que en un buen número son todavía adolescentes.

La vida de esos chicos y chicas despierta la envidia de muchos pero pocos de esos que los envidian estarían dispuestos a hacer el enorme esfuerzo que requiere dedicarse a un deporte de competición tal y como lo hacen ellos.

A lo largo de los años todos hemos oído casos de jovenes que han sufrido lesiones o traumas psicológicos debido a la presión excesiva. Por eso algunos padres de adolescentes talentosos en el deporte se preguntan si deben o no impulsar a sus hijos hacia lo más alto de la competición.

Esos padres y madres de adolescentes que tienen posibilidades de convertirse en deportistas de referencia deben sopesar muy bien lo que quieren para sus hijos. Y, sobre todo, deben tomar la decisión basándose en lo que conocen de sus vástagos.

Quienes son los deportistas de élite o de alta competición
El Comité Olímpico Internacional define al deportista infantil de élite como aquel que "tiene un talento atlético superior, realiza un entrenamiento especial, recibe una preparación profesional y puede participar en competiciones de forma precoz". Aunque esas palabras no dicen mucho, todos sabemos que detrás de ellas lo que hay es muchísimo esfuerzo, decenas de hora de entrenamiento y una dedicación que, muchas veces, es casi exclusiva.

¿Niños o adultos?
Esa es la primera pregunta que surge cuando se habla de adolescentes deportistas de élite: ¿hay que tratarlos como a niños o como a adultos? La respuesta es muy compleja porque está claro que no son adultos y no deben ser tratados como tal pero su situación especial hace que tampoco puedan ser tratados como adolescentes normales.

Qué deben hacer los padres de un chico o una chica que empieza a destacar
Esa es la duda a la que se enfrentan muchos padres de adolescentes cuando sus hijos destacan de forma evidente en algún deporte. Algunos de ellos no tienen ninguna duda e impulsan a sus hijos para que lleguen los más lejos posible en el deporte al que se dedican pero otros sí tienen dudas. Los casos de problemas en jóvenes deportistas que todos conocemos hacen que algunos padres se pregunten por la conveniencia de que sus hijos se dedican a un deporte de forma profesional.

En general, los expertos recomiendan que se evalúe muy bien las condiciones del niño, tanto las físicas como las psicológicas. Y los padres son los que mejor conocen a sus hijos y saben hasta dónde podrán soportar la inevitable presión de una actividad de ese tipo.

Pero en la mayoría de los casos, si los jóvenes son muy buenos en algún deporte, son sanos y mentalmente equilibrados, tienen una buena autoestima y la familia está dispuesta a apoyarlos, es casi seguro que podrán llevar adelante una buena carrera deportiva.

Ventajas del deporte de élite
Los deportes de alta competición o deportes profesionales tienen algunas ventajas innegables para los chicos que consiguen acceder a ellos. Les permiten formarse como a muy pocos, les introduce en la competición de alto nivel, les lleva a conocer a gente de otros lugares, a viajar, a descubrir el mundo. En algunos casos, incluso puede ayudarles a tener una profesión en su edad adulta. Y en otros, además puede hacer que ganen mucho dinero.

Riesgos de la práctica deportiva de alto nivel
Uno de los riesgos que más asustan es el de que la chica o el chico haga un esfuerzo muy grande y no consiga, al final, llegar a lo más alto. Pero lo cierto es que si el adolescente tienen una buena autoestima y está apoyado por su familia eso no debería ser visto como un fracaso sino como una alternativa más en la práctica de los deportes de alta competición.

Tampoco hay que olvidar la posibilidad de que el chico o la chica lleguen a una situación de agotamiento. Pero también aquí los padres deben ejercer una acción de vigilancia y de constante diálogo con los entrenadores.

Y, por último, están las lesiones. No se pueden descartar en ninguna práctica deportiva y menos cuando el deporte se práctica a nivel de competición. Y también en este caso es importante la madurez del adolescente para que evite riestos innecesarios.


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